Complicaciones del cáncer de pulmón
Tabaquismo: El riesgo aumenta con la cantidad de cigarrillos que fumas por día y la cantidad de años que hayas fumado.
Exposición al humo de otros fumadores: Incluso si no fumas, si estás expuesto al humo de otros fumadores estás en peligro.
Radioterapia previa: Si te has sometido a radioterapia en el pecho por otro tipo de cáncer, puedes tener un mayor riesgo de presentar cáncer de pulmón.
Exposición al gas radón: El radón se produce por la descomposición natural del uranio en el suelo, las rocas y el agua y, con el tiempo, se vuelve parte del aire que respiras. Los niveles peligrosos de radón se pueden acumular en cualquier edificio, incluso en los hogares.
Exposición al asbesto y otras sustancias carcinógenas: La exposición laboral al asbesto y otras sustancias que se demostró que producen cáncer como el arsénico, el cromo y el níquel también puede aumentar el riesgo de tener cáncer de pulmón, sobre todo si eres fumador.
Antecedentes familiares de cáncer de pulmón: Las personas con un padre, hermano o hijo con cáncer de pulmón tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Falta de aire: Las personas con cáncer de pulmón pueden experimentar falta de aire si el cáncer avanza hasta bloquear las vías respiratorias principales. El cáncer de pulmón también puede provocar la acumulación de líquido alrededor de los pulmones, lo que dificulta que el pulmón afectado se expanda completamente cuando inhalas.
Tos con sangre: El cáncer de pulmón puede provocar sangrado en las vías respiratorias, y como consecuencia, tos con sangre (hemoptisis). A veces, el sangrado puede agravarse. Existen tratamientos para controlarlo
Dolor: Cuando es avanzado que se disemina hacia el revestimiento del pulmón o hacia otras áreas del cuerpo, como los huesos, puede causar dolor. Comunícale al médico si sientes dolor, ya que hay muchos tratamientos disponibles para controlarlo.
Líquido en el tórax: Puede provocar la acumulación de líquido en el espacio que rodea al pulmón afectado en la cavidad torácica.
El líquido que se acumula en el tórax puede provocar falta de aire. Existen tratamientos para drenar el líquido del tórax y reducir el riesgo de que se vuelva a producir un derrame pleural.
Metástasis: El cáncer de pulmón suele diseminarse hacia otras partes del cuerpo, como el cerebro y los huesos.
Se disemina puede provocar dolor, náuseas, dolores de cabeza u otros signos y síntomas, según cuál sea el órgano afectado. Una vez que se ha diseminado más allá de los pulmones, generalmente no es curable. Existen tratamientos para disminuir los signos y síntomas para ayudarte a vivir más tiempo.