¿Qué es el sarcoma?

El sarcoma puede afectar principalmente las extremidades, el tronco y la cavidad abdominal. Su detección temprana aumenta las probabilidades de éxito en el tratamiento.

El sarcoma es un termino que se le da a un grupo de tipos de cáncer que aparece tanto en los huesos como tejidos blandos, entre ellos podemos mencionar a los músculos, los vasos sanguíneos, nervios, tendones y el revestimiento de las articulaciones. A pesar de que puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente que pueda afectar a adolescentes, adultos jóvenes y niños. Los diferentes tipos de sarcoma pueden compartir características semejantes entre sí, pero existen ciertas diferencias que influyen mucho al momento de indicar un tratamiento.

Al igual que otros tipos de cáncer, no siempre hay síntomas que alerten de la enfermedad en etapas tempranas. Sin embargo, algunas de sus manifestaciones a las que se deben estar atento, son la aparición de una protuberancia que se siente a través de la piel que puede ser dolorosa o no, dolor de huesos, fractura inesperada de un hueso, dolor abdominal y pérdida de peso.

Aunque no es clara la causa de la mayoría de los sarcomas, existen ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad, por ejemplo, si existen antecedentes genéticos, si anteriormente se ha recibido tratamiento con radioterapia para algún tipo de cáncer, la exposición a sustancias químicas como como algunos productos químicos industriales y herbicidas. También, en algunos casos, un virus llamado herpesvirus humano 8 puede aumentar el riesgo de padecer un tipo de sarcoma llamado sarcoma de Kaposi en personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Existen varias opciones de tratamiento para el sarcoma, las cuales dependerán de la fase en que se encuentre, el tamaño del tumor y cuánto se haya extendido. La cirugía es la opción por excelencia, complementariamente se puede emplear la radioterapia y los tratamientos médicos, como la quimioterapia, la terapia dirigida, la inmunoterapia y/o la terapia de ablación, que consiste en destruir las células cancerosas aplicando electricidad para calentarlas, líquido muy frío para congelar las células u ondas de ultrasonido de alta frecuencia para dañarlas.

Es necesario que para un abordaje completo de la enfermedad, se deba incluir a un equipo multidisciplinario de especialistas en oncología, ortopedia oncológica, psicología, nutrición, psiquiatría, radiólogos patólogos, así como especialistas en cuidados paliativos.